mismo si Él no proporciona esa misma clase de respuestas. Sin embargo, Dios no es nuestro siervo; sus caminos son más altos, más profundos y más anchos que los nuestros. El poeta inglés William Cowper aprendió, a través de sus propias depresiones profundas, que los brillantes propósitos de Dios a menudo se forjan en “minas profundas e insondables de infalible sabiduría”. De la misma manera, los Salmos nos muestran cómo el pueblo de Dios ha luchado con sus preguntas, sus dudas y sus experiencias de
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